El Da Vinci que ocultó Vasari
Que Leonardo Da Vinci ha sido un pozo insondable de genialidad, pero también de misterio, ya lo barruntaban sus coetáneos y se ha ido confirmando cuanto más y con más medios se han ido estudiando sus obras.
Investigadores observan con una sonda qué hay tras el fresco de Vasari.| AFP/N. Geographic
Como en una novela de intriga, apenas unas semanas después de que el museo del Prado anunciase el hallazgo de una ‘hermana’ de la Gioconda no sólo elaborada en el propio taller de Leonardo Da Vinci, sino al mismo tiempo que la Monna Lisa de la enigmática sonrisa, el genio renacentista y sus misterios vuelven a dar una nueva sorpresa.
Según desvelaba el pasado 12 de marzo un equipo de investigadores italiano, unos restos de pigmento negro encontrados tras un falso muro del llamado Salón de los Quinientos del Palacio Viejo de Florencia (centro de Italia) podrían pertenecer al ‘Leonardo perdido’: el fresco que Leonardo da Vinci (1452-1519) realizo de ‘La Batalla de Anghiari’ (1452-1519).
El director de la investigación, el italiano Maurizio Seracini, llevaba tras la pista de la pintura de Leonardo -perdida hace cinco siglos- más de 30 años. Seracini compareció ante la prensa en Florencia para informar sobre el hallazgo en el Palacio Viejo (actual sede del Ayuntamiento florentino) de estos restos, que se cree pueden provenir de la anterior obra perdida del genio renacentista, datada en los primeros años del siglo XVI.
“La Batalla de Marciano en el Valle Chiana”, de Giorgio Vasari. En el círculo, el fragmento del estandarte con la leyenda “Cerca Trova”
Según Seracini, la muestra de material negro, encontrado en una pared oculta tras un falso muro en el Salón de los Quinientos del Palacio Viejo, tiene una composición química compatible con la usada por el genio renacentista en ‘La Gioconda’ y en el ‘San Juan Bautista’, que se conservan en el Museo del Louvre de París.
“Aunque estamos aún en la fase preliminar de la investigación y hay aún mucho trabajo que hacer para poder resolver el misterio, las pruebas demuestran que estamos buscando en el lugar adecuado”, dijo el investigador.
‘El que busca encuentra’
A comienzos del siglo XVI, los líderes florentinos encargaron a Leonardo un gran fresco para celebrar la victoria de la República de Florencia sobre la milanesa en la batalla de las llanuras de Anghiari, que tuvo lugar en junio de 1440. El genio renacentista abandonó el proyecto un año después, probablemente porque una nueva técnica experimental para los frescos había fallado. El misterio sobre el paradero del fresco de Leonardo se remonta al 1560, varias décadas después del proyecto, cuando el pintor y arquitecto toscano Giorgio Vasari (1511-1574) recibió el encargo de decorar y reestructurar el Salón de los Quinientos del Palacio Viejo. Todas las pistas del trabajo de Leonardo se pierden tras el fresco que encargaron a otro pintor renacentista, Giorgio Vasari: “La Batalla de Marciano en el Valle Chiana”.
¿Qué hizo Vasari con el fresco de Leonardo, que tenía problemas de conservación por la técnica que había utilizado para pintarlo, pero que muchos reprodujeron pues pudieron contemplarlo durante los años que estuvo la obra expuesta en esa sala del Palacio Viejo, en la que se reunía el Consejo Mayor de la República de Florencia? Todo indica que su admiración por Leonardo le impidió borrar sin más la obra de Da Vinci, y habría levantado una falsa pared, levantada ante la base sobre la que se encontraba el fresco y creando una cámara de aire para protegerla.
Recreación digital del cuadro de Leonardo oculto
Seracini, que ya aparecía en “El Código de Da Vinci” de Dan Brown como ‘experto italiano de arte’, obtuvo en 2007 la autorización del Gobierno italiano para proceder a la exploración de la pintura de Vasari sobre la batalla de Marciano en Val di Chiana, mediante un proyector de rayo de neutrón, para ver si la pared oculta las pinturas a base de aceite de linaza que sabían había usado Leonardo. Guiado por una inscripción a 12 metros del suelo, sospechó que la pared este de la sala, donde se encuentra la anterior pintura, podía ocultar el fresco de Leonardo da Vinci.
En esa inscripción, un soldado florentino de la pintura de Vasari, mueve un estandarte con las palabras “Cerca trova” (“El que busca encuentra”), algo interpretado por el investigador como una pista que pudo dejar el arquitecto, quien, como admirador del trabajo de Leonardo, habría intentado conservar la obra del autor de ‘La Gioconda’.
Algunos detalles
Con un radar, el equipo de investigadores descubrió un espacio vacío entre la pintura de Vasari y el muro posterior, y mediante una sonda con microcámara, introducida a través de seis pequeños orificios en la pared falsa, una capa beige que solo pudo ser pintada con pincel.
Además de los restos de pigmento negro y de la capa beige, se han localizado varios fragmentos de material rojo, que se pueden asociar a una laca de ese color, cuya presencia es muy improbable en la construcción de una pared normal.
Los investigadores utilizan una pequeña sonda para estudiar la pintura de Vasari
“Encontramos trazas de pigmentos que parecen ser los que sabemos que usaba exclusivamente Leonardo”, explica Seracini. “Estos datos son muy esperanzadores”. Se refiere a la muestra de material negro, encontrado en una pared oculta tras un falso muro en el Salón de los Quinientos del Palacio Viejo, que tiene una composición química compatible con la usada por el genio renacentista en ‘La Gioconda’ y en el ‘San Juan Bautista’, que se conservan en el Museo del Louvre de París. Además de los restos de pigmento negro y de la capa beige, se han localizado varios fragmentos de material rojo, que se pueden asociar a una laca de ese color, cuya presencia es muy improbable en la construcción de una pared normal.
El proceso en busca del ‘Leonardo perdido’ ha sido controvertido, en parte porque los investigadores han tenido que practicar varios orificios sobre el trabajo de Vasari y porque no todo el mundo coincide en que el fresco de Leonardo esté todavía ahí.
El equipo de Seracini trabaja en esta investigación con el apoyo de National Geographic, la Universidad de San Diego y el Ayuntamiento de Florencia, entre otras instituciones.
La investigación de esta obra maestra, que según algunos expertos era una de las más significativas de Leonardo, es “una iniciativa importante” para la National Geographic Society, afirma en un comunicado divulgado en Italia el vicepresidente ejecutivo de esa sociedad, Terry García.
Pese al entusiasmo de los investigadores, algunos historiadores del arte son escépticos y creen que el fresco de Leonardo debió de ser destruido antes de que Vasari pintase el suyo. De hecho, algunos historiadores de arte que trabajaban en el proyecto retiraron su apoyo.
Además, Italia Nostra -el grupo italiano líder en conservación de obras de arte- ha pedido a las autoridades florentinas que suspendan el proyecto porque podría dañar el fresco de Vasari y creen que es poco probable que el ‘Leonardo perdido’ siga ahí.
Serancini se defiende: “He estado buscando los documentos muchos, muchos años y no he encontrado ni por casualidad nada que sugiera que la pintura de Leonardo fuera destruida, dañada o quitada. No hay ninguna pruebas para insinuar que ya no está allí; para sus contemporáneos, rea la obra maestra principal de Leonardo y representó los logros más altos en el arte alcanzados durante el temprano Renacimiento”.
El alcalde de Florencia, por su parte, está convencido de que el fresco de Leonardo sigue tras el muro y que la tecnología moderna permitirá al público admirar ambos. “Pero si tuviese que elegir, elegiría a Leonardo”.
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